El auspicio de una nueva primavera.
El algoritmo haciendo cosas de algoritmos, de nuevo, cómo sabe penetrar en mis recuerdos y traerme de vuelta antiguos viajes. Cómo sabe el algoritmo que en su día me gustaba Japón, si hace años infinitos que deje ese paisaje atrás, acelerando y buscando nuevos lugares y paisajes, y ahora me empapa de videos, de imágenes, de haikus… Todos los origamis, hechos y por hacer, ya volaron no quedan ninguno, ahora como pétalos de cerezo vuelven a caer, depositándose sobre mi escritorio viejos y nuevos recuerdos.
El fin de la primavera es el auspicio de una nueva.