Tres enseñanzas en una.
Después de hablar del concepto Japonés Dō 道 dejamos de lado las doctrinas chinas de Confucio, Buda y Lao-tse. Hoy nos introduciremos a estas doctrinas a través de la obra Catadores de vinagre de 1880. Si bien esta obra es muy posterior al origen y época de estos tres autores muestra la importancia y el recorrido que tienen todos ellos en las costumbres orientales.
Catadores de Vinagre.
Antes de empezar a desglosar cada disciplina, empecemos analizando el cuadro. En el se ven tres personajes Confucio, Buda y Lao-tse haciendo una cata del vinagre recién elaborado. El vinagre funciona aquí como alegoría de las experiencias de la vida. El vinagre es entonces uno más de los sucesos vitales que nos puede ocurrir en la vida.
Así Confucio manifiesta una expresión agria, la expresión de Buda refleja un sabor amargo, pero la expresión de Lao-Tse manifiesta el sabor dulce de la vida. Cada uno nos muestra una perspectiva propia sobre las experiencias vitales, en este caso sobre el vinagre. Pero debemos entender las tres expresiones como una única enseñanza.
- Confucio muestra una expresión agria, debido a que su doctrina ve la vida como un lugar desordenado y repleto de vicios a causa de la ausencia de normas éticas y morales. Ante esa visión agria de la vida, el confucianismo pretende aderezarla con disciplina y educación basada en el camino de la virtud y el bien moral de la comunidad.
Mi preocupación constante consiste en no dejar de cultivar mi carácter; no descuidar mis estudios; no abandonar el camino recto, según yo lo entiendo; no dejar de corregirme cuando veo mis propios defectos. […] Como no he sido capaz de encontrar individuos que practiquen la humildad, debo contentarme con aquellos que son demasiado ambiciosos o bien extremadamente vanidosos. El ambicioso es agresivo, mientras que el vanidoso desdeña hacer ciertas cosas. […] No me he negado jamás a instruir a aquel que se presente con una adecuada señal de respeto.
― Confucio, Analectas, libro I capítulo I
- Buda que muestra una expresión amarga, ve la vida repleta de sufrimiento, causado por la naturaleza humana del desear. Por ello Buda aderezaría el vinagre con el desapego originado en la meditación y la introspección.
He aquí, oh monjes, la Noble Verdad del Sufrimiento,. El nacimiento es estresante, el envejecimiento es estresante y la muerte es estresante. La tristeza, el lamento, el dolor, la angustia y la desesperanza constituyen el sufrimiento. El estar ligado a lo indeseable significa sufrimiento, pero el hecho de tener que separarse de lo deseable también es sufrido. Finalmente, cuando no se obtiene lo deseado, se sufre.
Esta, oh monjes, es la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento,. Es este deseo que genera nueva existencia, que asociado con placer y pasión se deleita aquí y allí. Es decir, el deseo sexual, el deseo por la existencia y el deseo por la no existencia.
Esta, oh monjes, es la Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento,. Es la total extinción y cesación de ese mismo deseo, su abandono, su descarte, liberación, no dependencia.
Esta, oh monjes, es la Noble Verdad del Sendero que conduce a la Cesación del Sufrimiento,. Simplemente este Óctuple Noble Sendero; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración.
― Buda, Dhammacakkappavattana Sutta
- Lao-Tse que muestra una expresión dulce acepta todo lo que la vida le deparé pues la vida es la expresión del camino y el destino del Tao. Lao-Tse se alegra de que el vinagre sea vinagre incluso si este hubiera salido malo. Pues para el taoísmo nuestra actitud debe ser de aceptación y la adaptación a la realidad y a lo que ésta nos deparé.
La suprema bondad es como el agua.
El agua todo lo favorece y a nada combate.
Se mantiene en los lugares
que más desprecia el hombre
y, así, está muy cerca del Tao.
Por esto, la suprema bondad es tal que,
su lugar es adecuado.
Su corazón es profundo.
Su espíritu es generoso.
Su palabra es veraz.
Su gobierno es justo.
Su trabajo es perfecto.
Su acción es oportuna.
Y no combatiendo con nadie,
nada se le reprocha.
― Lao-tse, Tao Te King, VIII
La obra Catadores de vinagre nos muestra cómo estas tres filosofías, aunque diferentes en sus métodos y perspectivas, pueden coexistir y ofrecer una visión rica y diversa de la experiencia humana. Juntas, nos invitan a considerar múltiples enfoques para entender y navegar la complejidad de la vida. Entender a los tres personajes como uno solo sugiere una síntesis de sabiduría, donde cada doctrina ofrece valiosas enseñanzas que, combinadas, pueden guiar a una comprensión más profunda y holística de nuestra existencia.
Próximamente.
Creo que estamos preparados para introducirnos de lleno en cada una de las disciplinas de forma histórica y filosófica.